Como no podía ser de otro modo, han empezado a comunicarse brotes de covid-19 pequeños y otros mayores en todo el país. Es la consecuencia inevitable de los desplazamientos, con intercambio de población y afluencia de extranjeros, ya sean turistas, jornaleros del campo o llegados en pateras.

El buen clima reduce, pero no elimina, la transmisión del SARS-CoV-2. El coronavirus que causa la enfermedad covid-19 es poco estacional, pero los humanos sí lo somos.
Son beneficiosas, además, las medidas aprendidas sobre distanciamiento social, con uso de mascarillas, higiene de manos y minimización de contactos interpersonales (abrazos, besos, etc.).

Cuál es la mejor manera de deshacerse de las mascarillas usadas para evitar la transmisión de covid-19 y la contaminación
Todo ello hace que la exposición a inóculos grandes sea ahora infrecuente.

Inmunización de población no vulnerable
Es muy improbable que antes de Navidad esté disponible una vacuna protectora de la infección por SARS-CoV-2.

De igual modo, es inevitable que haya brotes de casos hasta que se alcance un umbral suficiente de protección en la población, esto es, la inmunidad de rebaño. Las nuevas estimaciones cifran en menos del 50% esa proporción de inmunizados de forma natural que es necesaria para frenar la epidemia.

Por los tests de anticuerpos, sabemos que no más de un 5-10% de la población española se ha infectado por SARS-CoV-2. Sin embargo, esto excluye las residencias geriátricas, además de que esta cifra asciende al 20-25% en grandes ciudades como Madrid.

Hay que subrayar que las personas seropositivas, tuvieran o no síntomas tras la infección aguda, desarrollan inmunidad (protección) frente al coronavirus durante 1-2 años, tiempo suficiente para que podamos disponer de una vacuna.

Los brotes actuales afectan sobre todo a personas más jóvenes, y la proporción de casos graves y la mortalidad son muy bajos (inferior al 0,5%). Nada que ver con lo que ocurrió en marzo y abril, durante la primera ola del tsunami, cuando la covid-19 hizo estragos entre la población más vulnerable, sobre todo en ancianos y en las residencias geriátricas.

Infección por SARS-CoV-2 sin anticuerpos
La exposición a inóculos pequeños del coronavirus se asocia a formas leves o asintomáticas. Algunos de estos pacientes con pocos síntomas no desarrollan anticuerpos o bien los pierden con prontitud.

Pues bien, investigaciones recientes sugieren que en estos casos también se produce memoria inmune, de modo que habría protección parcial frente al covid-19.

Cómo la ciencia desmontó la teoría de que existen distintas razas humanas
Esta es la experiencia en Italia, donde la pandemia ha adquirido una benignidad que no se explica de otro modo. Continúa habiendo nuevos diagnósticos, pero muy pocos padecen formas graves o requieren hospitalización.

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